En la madrugada del 15 de agosto, hermanos y devotos de nuestra Agrupación Parroquial de El Olivo nos dábamos cita una vez más, como ya manda la tradición, de los casi diez años que llevamos peregrinando hasta los pies de Nuestra Señora de los Reyes, en el Día de la Virgen.
Antes de partir, nuestro Párroco y presidente Fray Sebastian ofreció una pequeña oración y animó a los más de cien peregrinos a llevarle a la virgen las intenciones, tanto las nuestras, como las del resto de devotos que por diferentes motivos este año no han podido caminar hacia la Patrona de nuestra Archidiócesis. Santa María se llenó en ese momento de fervor y devoción por parte de unos peregrinos que antes de caminar bajo el cielo sevillano, llevaron sus intenciones al Santísimo y a nuestros Venerados Titulares.
Rezos y oraciones para un camino que estaba encabezado con una insignia representativa de La Rinconada y tras ella, el centenar de peregrinos, muchos de ellos vestidos con las camisetas y polos burdeos representativos de nuestra Agrupación Parroquial. Durante el inicio del mismo el grupo joven preparó el rezo del rosario, al que se unieron los peregrinos, que caminando en grupos, oraron como preparación para llegar hasta la Catedral de Sevilla.
15 kilómetros de oración, desde San José hasta la Virgen de los Reyes
Son poco más de 15 kilómetros los que separa nuestra Parroquia de Santa María Madre de Dios de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla, y durante este trayecto se preparan diferentes paradas «de refresco» para reponer fuerzas y continuar con el camino. La primera parada se realiza en el conocido templete del «Santo Negro», una imagen que representa al Sagrado Corazón de Jesús, que se encuentra a las puertas de Sevilla en el barrio de San Jerónimo. En este momento de avituallamiento, cuando se alcanza casi la mitad del recorrido, se produjo un momento de oración frente a la imagen, donde los peregrinos dejaron diferentes estampas a los pies de la imagen.
Tras pasar por San Jerónimo y el barrio de La Macarena, la segunda parada se produce, como es habitual, en la Plaza de la Esperanza Macarena, frente a la Basílica y Arco de La Macarena, donde además de ser una parada de avituallamiento y refresco sirvió para vivir un momento de confraternización y la realización de la fotografía de familia con todos los peregrinos.
Pero el momento más especial de la peregrinación llegó cuando la comitiva hizo una parada en la Parroquia de San Julián de Sevilla. Allí, los peregrinos pudieron venerar a las imágenes de la cofradía de La Hiniesta, el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Hiniesta Dolorosa, y además poder rezar la oración del Año Jubilar a la imagen de Nuestra Señora de la Hiniesta Gloriosa, ganándose así la Indulgencia Plenaria y ofrecerle sus plegarias en un ambiente de recogimiento y solemnidad.
Agradecer desde esta líneas a nuestro hermano Francisco Zambrana por el ofrecimiento y recibirnos en San Julián y a su Párroco D. Amador por el presente para Santa María de la Caridad que recogió nuestro Vicepresidente y que consiste en una medalla del Santo que da nombre a la parroquia y a este populoso barrio sevillano.
Finalmente, al llegar a la majestuosa Santa Catedral de Sevilla, los peregrinos de El Olivo se postraron ante el altar del Jubileo, agradeciendo a la imagen de Nuestra Señora de los Reyes por guiarnos en este camino y por permitirnos vivir una experiencia tan conmovedora y espiritual.
La Peregrinación finalizó con la asistencia de los peregrinos de El Olivo, junto al resto de hermandades y colectivos que también asisten caminando hasta la plantas de la Virgen de los Reyes, con la Eucaristía de las 06:30 horas.
Gracias hermanos
Gracias a cada uno de los hermanos y devotos por peregrinar desde Santa María hasta las plantas de Nuestra Señora de los Reyes. Gracias por vuestro comportamiento ejemplar en este caminar que quedará grabado en la memoria de todos los que participaron en ella, como una experiencia única y enriquecedora en el camino de la vida cristiana.
El Olivo sigue caminando.