Ante un Sábado de Pasión

Querida Parroquia de Santa María Madre de Dios y especialmente a todos los miembros de esta Agrupación Parroquial de Nuestro Señor de la Humildad en el Prendimiento, Santa María de la Caridad y Santa Ángela de la Cruz, Madre de los Pobres:

El Señor nos regala un primer Sábado de Pasión como un acontecimiento de gracia y de momento propicio para encontrarse con el Señor de la Humildad  que procesionará por primera vez por las calles de nuestro barrio.

Después de un largo caminar y proceso de formación este grupo Parroquial recibe de manos del Vicario General D. Teodoro León en el año 2018 el título de Agrupación Parroquial.

Como Agrupación Parroquial, es decir, como grupo que vive su fe en el seno de la Parroquia de Santa María sigue su formación en camino de una futura nueva Hermandad, camino que todavía nos queda por recorrer y cuya presidencia la ostenta el Párroco acompañado de un grupo de fieles laicos comprometidos que como órgano consultivo trabajan por los tres grandes pilares: caridad, culto y formación.

Gracias a Dios y a los desvelos de este grupo siempre acompañado, alentado y animado por la Parroquia veremos por primera vez la imagen bellísima de Nuestro Señor de la Humildad bendiciendo la feligresía de Santa María.

Os propongo, al hilo del mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma, tres puntos para reflexionar e intentar vivir mejor esta semana:

Siembra y cosecha

Todo cofrade está llamado a sembrar tras el único sembrador que es Cristo el Señor. De los grandes peligros que acechan a nuestra hermosa piedad popular es precisamente creernos sembradores y tener la osadía de ir delante de Cristo. Nosotros caminamos tras sus huellas que siguen estando frescas gracias a cada Sagrario, a cada Eucaristía y a cada corazón que con humildad responde cada día con lo que tiene al Amor de Dios. Lejos esta esta idea sencilla y cargada de fundamento con aquellos que identifican a nuestras agrupaciones o hermandades con órganos que continuamente viven embarcados en eventos y cosas de índole social que hacen que desaparezca el sentido y el proceso evangelizador que todos tenemos. Decía un Obispo digno de admiración que “el mundo cofrade no es para personas deseosas de protagonismos o personalismos que no han podido encontrarlo en otros ámbitos de la vida”, cuando esto ocurre la Cofradía es un continuo problema ya que en el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale quien sirve y no vale quien quiera servirse de las cofradías para sus intereses.

Sembrar tras el sembrador y cosechar su cosecha. Una cosecha que no es nuestra, nosotros somos meros instrumentos que con libertad y limitación respondemos a esta llamada. Cosecha que no tiene nombres ni apellidos exclusivos, ni pertenencias…todos nuestros nombres están escritos en las Palmas de sus benditas manos.

Nuestra Parroquia, nuestra Agrupación es la casa de la Virgen y en el corazón de una Madre entran todos sus hijos sean como sean lejos de los denominados “cortijos o amiguismos” que nuestra naturaleza humana tristemente suele tender.

No nos cansemos de hacer el bien

Cuando el cristiano vive la vida de Cristo se descentra de tal manera que sólo vive para Él, en palabras del Apóstol San Pablo. Y cuando Cristo nos descentra la caridad nos urge, ese hacer el bien o por lo menos desearlo.

Pasará Jesús de la Humildad, conocido porque pasó haciendo el bien en esta vida. Y nosotros ¿en que se nos va la vida? El evangelio nos ofrece múltiples formas contrarias: ¿Con las manos cargadas de piedras para acusar y lapidar a nuestros hermanos? ¿Ser vigilantes de nuestros hermanos para ver dónde se equivocan? ¿Jugando a doble banda faltando a la nobleza que caracteriza el corazón de un cristiano?

No te canses de hacer el bien a todos en lo sencillo, en lo cotidiano y si ves que no puedes miralo a Él y pídele que te enseñé hacer el bien a tus hermanos. Un bien que trabaja en lo oculto siempre bajo la atenta mirada de un Dios Amor y Misericordia que no mira como hemos salido en las redes sociales y en los comentarios, likes… mira tu corazón y desde el cielo te sonríe cada que vez que tu aquí en la tierra te asemejas a Él.

«Si no desfallecemos a su tiempo cosecharemos»

La falta de perseverancia, compromiso por nuestras múltiples actividades sociales que alejan al cristiano del regadío de su vida que es la Eucaristía hacen que su tierra buena se vaya secando poco a poco. Entonces es cuando empieza a desfallecer o encontrarse con la realidad de que los planes de Dios no son nuestros planes.

Todos estamos de paso, ¡un servidor el primero! No somos dueños de nadie ni de nada simplemente servidores.

Servidores del Señor de la Humildad. Servicio con vela, incensario, naveta, Cruz de Guía, costal, vara, medalla…

Un servicio que no se reduce a las horas o a las Vísperas de la Estación de Penitencia sino que se prolonga durante todos los días del año. Me conmueve especialmente los niños, jóvenes y personas que en Santa María acuden diariamente a encontrar el alivio para sus vidas en la dulce mirada del Cristo de la Humildad.

Gracias por no desfallecer y por eso cosecharemos…

Y vemos gente alejada como acuden a Santa María, y vemos su mano en tantos acontecimientos, y vemos como nos protege, como nos mima, como nos cuida…

Queridos hermanos y hermanas, ¡qué sinfonía de amor el de nuestra Agrupación! Os invito a recibir a Cristo por nuestras calles con el respeto y con el corazón, enseñando a vuestros hijos quién es Cristo, cuando pase haciendo la señal de la Cruz, llenando su túnica morada de oraciones y suspiros, de plegarias y de acción de gracias.

Y termino agradeciendo de corazón a la Parroquia de Santa María por acoger y acompañar a este grupo de fieles y especialmente a cada uno de ellos.

Dios que es el gran pagador os pague todo el bien que estáis haciendo.

Ángel Puentes Arenal,
Párroco de Santa María Madre de Dios y Presidente de esta Agrupación.